Buceo en la Costa Chubutense
13 noviembre, 2022
Los lobos marinos se acercan curiosos por tu presencia: te rozan, expectantes y muy simpáticos, y proponen juegos, esperando tu reacción. Estás en su mundo, un paraíso natural submarino que en Puerto Madryn y Puerto Pirámides te permite conocer un universo nuevo bajo el agua, lleno de vida.
Todo tipo de peces, moluscos, esponjas y otros invertebrados y mamíferos te esperan ahí, en las aguas del Golfo Nuevo, entre algas que parecen bosques submarinos y barcos hundidos que podés recorrer por dentro.
Desde el snorkelling y el buceo con lobos marinos hasta cursos para profesionales, Puerto Madryn y Puerto Pirámides (ubicado dentro de Península Valdés) ofrecen todas las opciones posibles para descubrir, bautizarte, disfrutar y aprender del buceo todo el año.
Las experiencias son únicas y diferentes: nadar con los lobos marinos más sociables del mundo en el Área Natural Protegida Punta Loma, conocer un parque marino natural en Puerto Pirámides; recorrer diversos barcos hundidos cerca de Puerto Madryn; o sumergirte por primera vez para un bautismo submarino en las aguas transparentes del Golfo Nuevo, entre salmones blancos, meros y escrófalos.
Siempre con profundidades adecuadas y gran visibilidad, bucear en Chubut es aventurarte en un mundo extraordinario.
Puerto Madryn es la Capital Nacional del Buceo en Argentina, una ciudad preparada con toda la logística necesaria para recibir a viajeros regionales e internacionales que buscan una experiencia de buceo única.
Puerto Pirámides, a 94 km de Puerto Madryn, es el centro de servicios de Península Valdés, también cuenta con operadoras de buceo que invitan al viajero a sumergirse en las costas de Chubut y descubrir la naturaleza conservada en su estado más puro.
Diversas formaciones rocosas, cuevas, restingas y acantilados sumergidos son paisajes submarinos típicos del lugar.
En Camarones, Rada Tilly o Comodoro Rivadavia también se realizan excursiones programadas que están pensadas para todos los niveles de buceo. Los buzos avanzados pueden realizar con traje seco especialidades de buceo profundo y naufragio en cuevas.
Bautismo submarino
Puede realizarlo cualquier persona con buen estado de salud. No es necesario tener conocimientos previos de buceo ni de natación. La clave, explican los instructores, está en la respiración. Es un primer acercamiento a la actividad. Los instructores son buzos profesionales con experiencia y muchos de ellos son además instructores internacionales avalados por instituciones mundialmente reconocidas como PADI, PDIC o NAUI.
La aventura comienza con una charla previa a la inmersión, donde tendrán el primer contacto con el equipo que utilizarán. La inmersión se hace desde una plataforma especialmente diseñada para esta actividad. Dicha plataforma tiene una pequeña pileta debajo donde se realiza la práctica previa a la inmersión. De esta manera uno se encuentra en el mar, pero contenido por la estructura de la plataforma. En la proa de la plataforma se coloca el resto del equipo: el lastre que compensa la flotabilidad del traje, el chaleco, el regulador, las aletas, la luneta y el casco. Una vez que la persona haya practicado lo suficiente y se sienta segura, se inicia el descenso. El mismo se realiza con una soga y se desciende hasta llegar al fondo. Si al llegar al fondo la persona no está cómoda, se vuelve a subir y se sigue practicando. Si en cambio, el turista está cómodo se inicia la recorrida del parque submarino, siempre de la mano del instructor.
Una vez que se regresa a tierra firme, el buzo recibe un certificado y una foto de recuerdo de la experiencia.
Además, hay numerosas alternativas para los buzos que posean brevet inicial o avanzado. Las embarcaciones hundidas y las áreas de turismo submarino son grandes atractivos que permiten sumergirse a diferentes profundidades y apreciar apasionantes escenarios naturales subacuáticos.
La sensación de compartir el hábitat de estos simpáticos animales es única. Curiosos por naturaleza, ágiles y juguetones, los lobos marinos muerden las patas de rana de los buzos, los miran, dan vueltas y los acompañan en un juego subacuático inolvidable.